Las barreras antiplástico de Roma se duplican: en mayo se construirá otra presa en el río Aniene.

Desde octubre, se han recogido 1700 kilos de basura. Más de la mitad consiste en envases de alimentos, botellas y cosméticos, y el plástico es extremadamente peligroso para el ecosistema acuático del mar Tirreno. En junio se instalará otra presa que durará doce meses más.

barreras antiplásticas

Una barrera antiplástico para evitar que los residuos plásticos acaben en el marUna idea sencilla pero eficaz que decidieron probar para limitar la contaminación por plástico: instalar una presa en el Tíber, cerca de Fiumicino, y en el río Aniene. Una auténtica presa que impide que botellas, envases y bolsas de plástico se viertan al río y, trágicamente, acaben en el mar.

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BARRERAS ANTIPLÁSTICAS

De hecho, se han instalado dos barreras: una justo antes de la desembocadura, en la margen derecha, dentro del municipio de Fiumicino, y otra en la margen izquierda, dentro del municipio de Roma. Desde el otoño pasado, han permitido recuperar y eliminar adecuadamente casi 2000 kilogramos de residuos plásticos, evitando que inunden el mar Tirreno al fluir hacia la desembocadura, aumentando así la tasa de contaminación por microplásticos. Y, de hecho, se observan señales alentadoras desde el propio mar: los navegantes ya no reportan la misma cantidad de plástico atascado entre sus embarcaciones, y la calidad del agua ya parece haber mejorado.

Las presas tienen una longitud de cuatro y seis metros respectivamente.Consisten en dos redes tensas que atrapan los residuos: entre ellos, numerosos artículos de plástico inusuales, como sillas o juguetes rotos, e incluso cascos de motocicleta. Una vez capturados los residuos, los operadores de recolección los transportan a una zona de clasificación especial y los separan en contenedores adecuados.

Además, se utilizará plástico reciclado para realizar bancos, botellas e isletas de tráfico, un ejemplo virtuoso de economía circular, transformando residuos problemáticos en reciclaje, recuperación y creación de mobiliario urbano que se donará al Ayuntamiento de Roma.

 

BARRERAS ANTIPLÁSTICAS ANIENE

Se promueve un experimento: las presas antiplástico incluso se duplican. Para bloquear el tránsito de residuos plásticos que llegan del este, arrastrados por la corriente, tras el éxito de las presas en el río Tíber, de hecho, La Región del Lacio ha decidido ampliar el proyecto también al río Aniene.Justo en la intersección de ambos ríos. El objetivo del nuevo experimento es comprender con exactitud la cantidad y el tipo de residuos plásticos que llegan al Tíber desde su afluente, considerado la principal fuente de plástico en el agua.

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PRESA ANTIPLÁSTICA EN EL TÍBER

El experimento puesto en marcha por la Región del Lacio se inició inicialmente en las periferias, hacia la desembocadura del Tíber, en Fiumicino, y para el mes de junio está previsto instalarse también en el río Aniene, Dado el éxito de la iniciativa, recientemente se decidió extender el proyecto de uso de barreras antiplástico durante doce meses más, con un coste de 225.000 euros, una suma irrisoria teniendo en cuenta el enorme daño económico y medioambiental que provocan los residuos marinos. 

Una elección admirable para un proyecto que busca concienciar a la ciudadanía romana sobre la contaminación por plásticos y microplásticos. Las barreras están en funcionamiento desde octubre, con resultados satisfactorios en cuanto a la recogida de residuos y la reducción de vertidos al mar Tirreno. 1700 kilos de residuos, más de la mitad de los cuales son plástico, un material altamente peligroso para los ecosistemas acuáticos y marinos, fueron “bloqueados”.

Un estudio reciente realizado por investigadores del ISPRA y la Universidad de Cádiz reveló que aproximadamente el 82 % de los objetos sumergidos en el Tíber son plásticos, principalmente envases de alimentos y cosméticos, y el 85,4 % de estos residuos termina directamente en el mar de Fiumicino, a menudo ya fragmentados y pulverizados, y por lo tanto imposibles de recuperar. Entonces, ¿por qué no detenerlos de raíz?

el proyecto de “barreras que atrapan el plástico” Sin duda, es fácilmente exportable a otros contextos: eficaz, fácil de implementar y, en general, económico. De hecho, no es casualidad que la propia región lo haya modelado basándose en una experiencia previa con presas antiplástico instaladas en el río Po, y se estén probando otros tipos de barreras a mayor escala, como las diseñadas para los océanos.

(Imagen destacada y texto que la acompaña tomados del portal scienzenotizie.it/ Créditos de las fotos: scienzanotizie.it)

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